Un poco de micro ficción

martes, 9 de febrero de 2010

Escribe_Carla de los Reyes


Historia de rincón

La luz artificial sorprendió a ambas en medio de la habitación más húmeda de la casa. El corazón de una latió desacompasado y en un intento de no delatar su terror se detuvo casi sin respirar, sin pensar y sin darse cuenta que su figura provocaba a ese ser repugnante la misma paralización y el mismo pavor. Por tanto, las dos retrocedieron sigilosas y sus miradas enfocadas congelaron irremediablemente el tiempo…Una no deseaba ser mordida y la otra no quería morir aplastada.



Sentencia natural

Él cayó parado en su propia tumba el día en que su madre lo parió.

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